¿Qué es?
El dolor por ciática o mejor dicho el dolor radicular es un problema importante en todo el mundo que afecta a casi el 15% de los adultos.
Como vimos en la sección de CAUSAS DEL DOLOR LUMBAR -- CIATICA O DOLOR RADICULAR (https://dr-jorge-dolor.com/blog/detalle-noticia/9). Este es un problema que suele originarse por la compresión de uno o más de los nervios (por una hernia/protrusión o por artrosis) que desde la región del sistema nervioso central van hasta las piernas dándoles capacidad motora y sensitiva.
¿Cómo tratar el dolor de ciática con la mayor eficacia?
Es importante señalar que el dolor por ciática puede remitir sin necesidad de cirugía en un porcentaje elevado de las ocasiones.
Sin embargo, una actitud pasiva reduce las posibilidades de éxito.
En la primera fase el dolor es causado por la inflamación del nervio por la compresión por parte de la hernia/protrusión. Esta inflamación puede desencadenar un dolor de intensidad suficiente que produzca grados de incapacidad al paciente. Es importante resaltar la importancia de desarrollar una rehabilitación eficaz casi desde el inicio del proceso. El debilitamiento de la musculatura hace que los discos estén menos protegidos y más expuestos a cargas y de esta manera se perpetúe la presión y la inflamación sobre el nervio. Como veis es una pescadilla que se muerde la cola!!
Sin embargo, conseguir las condiciones para desarrollar una rehabilitación eficaz en ocasiones es muy difícil a causa del dolor y es aquí donde los tratamientos del dolor tienen un papel fundamental.
Técnicas intervencionistas para tratar el dolor por ciática sin necesidad de cirugía
En la actualidad existen muchas opciones que permiten aliviar el dolor producido por la compresión de un nervio sin necesidad de operarse. Para conseguir las mayores posibilidades de éxito es fundamental determinar cuál o cuales son las causas que producen la compresión del nervio o nervios responsables de la ciática. No existe un momento exacto en el que aplicarlas sin embargo, se considera que aquellos pacientes en los que el alivio con medicación vía oral no es suficiente y en los que el dolor es lo suficientemente intenso para limitar su día a día son candidatos a ser tratados por este tipo de tratamientos.
Son tratamientos percutáneos, lo cual quiere decir que no requieren cirugía. Se realizan en salas estériles con guía de rayos X para garantizar la correcta aplicación de los mismos en la zona deseada. El tratamiento generalmente no dura más de 40 minutos y tras ellos el pacientes es vigilado y dado de alta pasando a un reposo relativo durante doce horas. Tras ellas el paciente suele estar listo para reincorporarse a su vida (aunque estas consideraciones dependen del paciente concreto)
Técnicas epidurales
Técnicas como la aplicación de potentes corticoides a lado de compresión del nervio (inyecciones epidurales de corticoides ya sea bajo abordaje transforaminal o interlaminar) permitirán disminuir la inflamación del nervio y así disminuir el dolor que produce.
Radiofrecuencia pulsada
Existen otras técnicas como la radiofrecuencia pulsada que aplicada sobre el ganglio de la raíz dorsal permite un efecto doble: 1- neuromodular el sistema nervioso y 2: aplicar el corticoide junto a la zona de compresión del nervio. Estos tratamientos se suelen usar sobre pacientes en los que el dolor esta por encima de seis meses aunque puede ser usado en otras opciones si el paciente lo requiere.
Tratamientos intradiscales
Otro tipo de técnicas son las que actúan en el interior del disco. Existen muchos sistemas médicos que por medio de tecnologías o sustancias regenerativas o no permiten variar y tratar las alteraciones que desde el interior del disco producen dolor.
La aplicación precoz de estas técnicas permite mejorar el dolor del paciente de forma eficaz y rápida permitiendo aumentar las posibilidades de éxito del proceso de rehabilitación.
Saber que técnica es más adecuada y en donde aplicarla es uno de los desafíos que incluye la visita con un medico de la unidad del dolor y es ahí donde nuestra experiencia resulta fundamental.
¿Qué síntomas debo conocer y me deben tener alerta?
A pesar de que esta forma de abordaje permite evitar muchas de las cirugías existen ciertos síntomas que deben ser tratados con premura para no dejar secuelas.
Así la perdida súbita de fuerza, la anestesia de la región del periné (zona entre el culo y los genitales) y la pérdida de control de los esfínteres (orina y heces) son síntomas que indican que una hernia u otro fenómeno están produciendo una presión excesiva sobre alguno de los nervio de la zona.